El Inquisidor: Foto por Adriana López. Protesta de los veteranos de guerra en Plaza Salvador del Mundo
Distintos sectores
políticos, económicos y sociales se opusieron a la marcha convocada por el
Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia. Alegaron que este tipo
de acciones no resuelve los problemas de seguridad y economía que afectan al
país.
La Marcha por la Paz, la Vida y la Justicia
estuvo marcada por la ausencia de varios sectores políticos y económicos del
país. Sin embargo, el evento contó con la participación de miembros de
instituciones gubernamentales, representantes de diversas iglesias, centros
educativos y sociedad civil.
A pesar que 22, 461 personas - según
datos de Protección Civil - participaron en la actividad, el evento fue
criticado por la oposición de distintos sectores políticos, económicos y
sociales.
Al respecto de la marcha, el diputado electo
por el partido ARENA Ernesto Muyshondt expresó en su página de Facebook: “no
servirá ni como cortina de humo ante su fracaso electoral, ni mucho menos como
solución ante la delincuencia que vive nuestro país”.
Por su parte, la Asociación Nacional de la
Empresa Privada (ANEP) publicó el 16 de marzo un comunicado en el que expresaba
su rechazo al evento. Según este documento, la entidad considera que “más que
la realización de marchas es fundamental el impulso de acciones concretas que
resuelvan el grave problemática delincuencial”.
Además, señala que la suspensión de
actividad productiva en el país generará una pérdida estimada de $56 millones y
podría significar pérdidas de contratos para empresas exportadoras.
Una postura similar es la que comunicó en
un manifiesto, publicado en su página web el 24 de marzo, la firma de abogados
salvadoreños Gold Service: “Al margen de los costos económicos del día de
asueto, que son elevados para nuestra precaria economía (…), con este tipo de
“asuetos” el mundo nos percibe como ingenuos, faltos de planificación,
desorganizados, improvisadores, desordenados”.
Por otro lado, el directivo de la Asociación
de Veteranos de la Fuerza Armada (AVEFAES), Roberto Esquivel, opinó que “Esto
de la paz es una farsa, porque no han cumplido con la seguridad que
prometieron”, refiriéndose al Gobierno actual. “Pidan seguridad, porque
seguridad no hay aquí. No podemos hablar de la paz si no hay seguridad”, añadió.
Esquivel, junto con varios excombatientes
del conflicto armado ―tanto
del FMLN como de la Fuerza Armada―, protesta desde hace treinta y ocho días en
la Plaza Salvador del Mundo, para exigir al Gobierno una Ley de Veteranos que
les permita gozar de mejores prestaciones, indemnizaciones y servicios de salud
y educación.
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